Siempre me llamo la atención, como la gente invierte una fortuna de dinero en tratar de reparar o remendar ciertas cosas que carecen de estructura. Nos gusta pensar que las soluciones son mágicas y que, si dirijo mi dinero ahí, el problema desaparecerá y lo único que desaparece es justamente su dinero.
Te voy a dar un ejemplo simple que te ayudaran a ver el punto de vista:
Sientes que no tienes ropa, que todo te queda mal… Entonces vas a la tienda e inviertes tu dinero en mucha ropa que promete que te quedara genial y seguramente pensarás que ¡El problema está resulto! pero con los días te das cuenta que esa ropa tampoco te queda bien que el problema real es tu sobrepeso, así que decides gastar otro tanto en una nutricionista que te ofrece un plan de comida, tan estricto y caro, que a medias lo puedes sobrellevar demandándote un montón de esfuerzo, tanto que pareciese en vano, así nuevamente caemos en la frustración de no obtener logros y de haber invertido gran parte del dinero en obtener una solución que nunca llegó.
La solución, quizás, seria HABER ENTENDIDO QUE EL PROBLEMA DE RAIZ era el sobre peso y que, entendiéndolo, puedes armarte un plan más saludable con los recursos que están a tu alcance. Por ej: mejorar la alimentación, tomar caminatas al aire libre, etc. En un futuro tal vez necesites ayuda de un profesional, pero por el momento harás cambios con tus recursos y dinero disponibles.
Y la pregunta es: ¿Porque sucede esto...? ¿Porque damos tantas vueltas en detectar el problema y darle una solución inmediata?
Esto sucede porque no somos objetivos con los problemas, nos concentramos en las “solución inmediata” y no nos centramos en analizar que provoca realmente esta situación, no queremos ser críticos con nosotros mismos, así que exteriorizamos el problema, damos buenas excusas, buscamos terceros responsables y carecemos de coherencia perdiendo de vista lo importante y cuando al fin decidimos repararlo, salimos en busca de recursos y tomamos decisiones sobre lo que creemos y no sobre lo que realmente es, llevándonos nuevamente al fracaso.
Lo mismo sucede con las empresas, cuando se detectan los problemas que hacen tambalear la economía de la misma, se buscan soluciones rápidas y “efectivas” pero realmente lo que ven son los síntomas, no al problema de raíz que se debe encontrar para lograr una verdadera solución. Si solo se centran en tratar los síntomas como se acostumbra, veremos a corto plazo como estos volverán a aparecer haciendo notar que la inversión fue en vano.
Las organizaciones deben ser conscientes de que por lo general ya se dispone de los recursos necesarios para solucionar los problemas, solo que no le dan valor así que prefieren buscar soluciones fuera. Siendo que Suele ser más efectivo reorganizar lo que ya hay y darle el lugar y posición que realmente corresponde (tal es el caso de los RRHH que se dedica a liquidar sueldos y no a enfocarse en mejorar el ambiente laboral).
Tener siempre presente que primero hay que analizar si se puede lograr los cambios con lo que tenemos.
Es aquí donde la calidad empieza a jugar un rol necesario, un rol de compromiso y responsabilidad que repara desde la raíz y nutrir de forma constante a toda la organización volviéndola más competitiva y saludable para el entorno.
ES CALIDAD, llevando la excelencia a la vida misma y para el entendimiento de todos, con el fin mismo de construir a un mundo mejor desde la calidad en su más amplio sentido.
Selección de herramientas de Calidad asociadas al tema:
Causa Raíz
Ciclo PDCA (Grupo de Mejora)
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